martes, 8 de noviembre de 2011

Subsidio al transporte

Hoy el subsidio al transporte urbano de pasajeros le cuesta al Estado 1.100 millones de pesos mensuales. La mayor parte de ese monto --$870 millones--va a parar a las líneas de corta y media distancia de la región metropolitana en concepto de compensaciones de tarifas y reconocimiento de mayores gastos de operación, salarios y combustibles. En promedio, cada uno de los 16.000 colectivos que prestan servicio en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires recibe un subsidio mensual de $ 54.375.

El gobierno está definiendo cómo disminuir el importe de los subsidios, y en el caso del transporte público de pasajeros, más precisamente en la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, el propio De Vido reconoció que recién en febrero podría definirse un nuevo esquema de subsidio “personalizado”sobre la base del SUBE--el nuevo sistema de boleto electrónico--, que aún no se ha terminado de implementar en la región metropolitana.

El subsidio personalizado, significa que lo recibirá directamente el usuario y no las empresas de transporte, quiere decir que para el usuario no impactará en absoluto en su presupuesto de gastos mensuales.

La idea es que si el usuario paga hoy un boleto mínimo de $1.10 y si éste pasara a costar $4.40, (4 veces más), cuando cada uno de los usuarios cargue su tarjeta SUBE, se le acreditará en la misma un monto que será 4 veces más al valor cargado. Por ejemplo si cargamos $10, se nos acreditarán $40; si cargamos $20 se nos acreditarán $80. De manera que si el costo del boleto se multiplica en 4 o 5 veces su valor actual, de la misma forma se le acreditarán sumas al usuario que se le multiplicarán por 4 o 5.

Por lo tanto si el usuario realiza hoy 10 viajes con $11, cuando cargue su tarjeta SUBE con $11, se le acreditará una carga en su tarjeta que equivaldrá a una suma que le permita seguir realizando esos 10 viajes. O sea que su presupuesto no variará en absoluto.

El Estado de esta forma pagará una suma por subsidio, que será más exacta ya que hoy en día los empresarios cobran el mencionado $ 54.375 mensual por unidad independientemente de que esa unidad esté efectivamente prestando servicios, hay unidades que cobran sin siquiera recorrer 1 Km, lo cual es injusto, y va en desmedro del servicio que recibe el usuario. Es una burla al subsidio estatal, por no decir una estafa. De implementarse completamente el SUBE, el Estado sabría si cada una de las unidades están trabajando o no, puesto que de hacerlo se expenderían los correspondientes boletos, es más las unidades cuentan con GPS, con lo cual el Estado podría monitorear si las unidades circulan cumpliendo sus servicios, cosa que de hecho hace con las unidades que tienen el sistema operando. Éstos 2 últimos puntos son parte de la causa que ha dilatado la implementación del SUBE, ya que el estado había fijado como fecha límite Octubre del 2009 para que las unidades de CABA y Gran Buenos Aires tuviesen implementado el sistema SUBE en la totalidad de la unidades.

La ventaja que tendrá el usuario, es que tendrá un mejor servicio en la calle, ya que por un lado el Estado podrá monitorear el servicio de cada empresa y a su vez las empresas deberán esmerarse en brindar mejor servicio al usuario, ya que sus ingresos serán sobre las base de los boletos expendidos y no de una suma fija como la que recibe hoy con el subsidio del Estado, estén circulando en servicio o no sus unidades.