lunes, 7 de agosto de 2017

Teoría y práctica
Pablo Noceti fue defensor de los militares Naldo Miguel Dasso, Juan Ignacio Alemán, Miguel Galeano, Héctor Amarillo, Horacio Alberto Goris, Gonzalo Jaime López Belzue, Jorge Echeverría y Antonio Osvaldo Larocca, procesados por las desapariciones forzadas de Jorge Emilio Papetti, Julio Solaga, Sixto Zalazar y Mario Valerio Sánchez en el área de seguridad de Concordia, Entre Ríos. La Cámara Federal de Paraná rechazó por unanimidad los argumentos de la defensa de que se considerara inconstitucional la nulidad de las leyes de punto final y obediencia debida. También defendió al teniente coronel Fabio Carlos Iriart, ex comandante de la subzona militar 14 en La Pampa. Noceti sostuvo que los procesos eran la “legalización de una venganza, estructurada y diseñada en el poder político”. Argumentó que su procesamiento por 31 privaciones ilegales de la libertad y 26 tormentos se basaba en “ligerezas e imperdonables desprolijidades” y que en el juicio “la verdad material interesa muy pero muy poco” ya que se trata de “la legalización de una venganza, estructurada y diseñada en el poder político, desde el cual se pretende hacer un uso extorsivo del poder judicial al servicio de inconfesables intereses”. Agregó que el Poder Judicial se ponía al servicio de los “nuevos vientos políticos”, con “poco interés en respetar la Constitución y el debido proceso”. Concluyó que en esos juicios en los que el poder político manipulaba al judicial “la conclusión a la que habrá de arribarse en el futuro es la venganza y el encarcelamiento de los imputados” con “violación de las reglas elementales del proceso”. También atacó la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad y sostuvo que la ley del Congreso que declaró la nulidad de la obediencia debida y el punto final “debería avergonzar a todos los juristas serios de la República”. Sus argumentos fueron rechazados e Iriart sólo evitó el juicio porque los dictámenes médicos dijeron que no estaba en condiciones de enfrentarlo. Durante la gestión de Patricia Bullrich tuvo a su cargo liquidar el área del Ministerio de Seguridad que relevaba información de las fuerzas federales que pudiera servir en apoyo de los procesos por crímenes de lesa humanidad. Como defensor de represores, Noceti formuló la reivindicación teórica de la política de desaparición forzada de opositores. Con Santiago Maldonado, realizó su primer trabajo práctico en la materia.
Página 12


El gobierno nacional pasa del negacionismo a la represión
Macrì ya tiene su desaparecido
Macrì tiene su primer desaparecido: Santiago Maldonado, detenido en Esquel por la Gendarmería. El jefe de gabinete de Patricia Bullrich, Pablo Noceti, encabezó el procedimiento luego de anunciar que detendría a los miembros del RAM mapuche sin intervención judicial. Ex defensor de represores que equiparó justicia con venganza, también implicó a Pérez Esquivel, a extremistas kurdos y al anterior gobierno. Pasos solo formales de una investigación que se presenta como búsqueda de persona extraviada.
Pablo Noceti, junto a Patricia Bullrich: de la teoría negacionista a la práctica de la desaparición forzada.
Pablo Noceti, junto a Patricia Bullrich: de la teoría negacionista a la práctica de la desaparición forzada. 
El jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, encabezó en forma personal la operación represiva de la Gendarmería Nacional en Esquel contra quienes reclamaban por la detención ilegal del líder mapuche Facundo Jones Huala y que culminó con el primer detenido-desaparecido bajo la presidencia de Maurizio Macrì, Santiago Maldonado, por cuya suerte el Centro de Estudios Legales y Sociales pidió la urgente intervención del Comité contra la Desaparición Forzada de las Naciones Unidas. Noceti anticipó en dos entrevistas radiales que todos los integrantes de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) serían detenidos y se jactó de que lo haría el gobierno nacional sin la intervención de un juez, que consideró innecesaria. Sus palabras autoincriminatorias cobrarían muy pronto una dimensión ominosa. En una ensalada conceptual que arroja dudas sobre su estabilidad psíquica, Noceti implicó en los hechos de violencia que atribuye al RAM mapuche al premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, a “gente vinculada al gobierno anterior” y a “extremistas kurdos”. Cuando Patricia Bullrich colocó a Noceti como jefe de gabinete de su Ministerio, los organismos defensores de los Derechos Humanos señalaron que como abogado defensor de militares procesados por crímenes de lesa humanidad, Noceti había cuestionado los juicios como una venganza política y discutido la imprescriptibilidad de esos delitos. El juez federal Guido Otranto, que intervino en un hábeas corpus a favor del detenido-desaparecido Maldonado, separó de la investigación a la Gendarmería, tal como prescribe el protocolo de actuación del Ministerio Público Fiscal de la Nación y dispuso que la Prefectura Naval realizara un rastrillaje en la zona donde Maldonado fue visto por última vez, que no arrojó resultado. Desde el año pasado, el Ministerio de Seguridad intenta clasificar a la RAM mapuche como una organización terrorista, pese a un fallo en contrario emitido por la Corte Suprema de Justicia. La Corte rechazó la aplicación de la ley antiterrorista al tío de Facundo, Martiniano Jones Huala, y remitió a la justicia de Chubut la causa por abigeato y usurpación.
Facundo Jones Huala fue detenido el martes 27 de junio, tres horas después de concluida en Santiago la reunión entre Macrì y su colega de Chile, Michelle Bachelet, que solicita la extradición de Jones Huala por el incendio de un fundo en aquel país. El 1º de septiembre de 2016 el juez Federal Otranto declaró nulo el juicio de extradición, porque la detención de Jones Huala se logró por información brindada bajo torturas por Gonzalo Cabrera y por los seguimientos previos ilegales realizados por la Policía Federal y por la Agencia Federal de Información. El día anterior, Bullrich dijo que no consideraba los reclamos de los pueblos originarios por sus tierras ancestrales un derecho garantizado por la Constitución sino un delito federal y atribuyó a la Resistencia Ancestral Mapuche “hechos delictivos como usurpaciones de territorios, incendios, daños, amenazas”. El 16 de noviembre de 2016 se publicó en esta página un Power Point del Ministerio de Seguridad fechado el 30 de agosto, en el que afirma que la “problemática mapuche” consiste en que “se arman comunidades” (sic) y “se toman tierras en zonas petroleras o gasíferas impidiendo constantemente la normal explotación de los pozos. Estos delitos de usurpación, turbación en la posesión y extorsión afectan un servicio estratégico de los recursos del estado: han estado detenidos 200 pozos (según informó YPF)”. 
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El mes pasado Bullrich se dirigió en forma directa a la Corte Suprema, cuestionando la prueba por la que Otranto anuló el primer juicio. Lo hizo con un escrito, en el que afirma que Gonzalo Cabrera no fue torturado y con un video grabado durante su declaración ante la policía. Efectivamente, se lo ve hablando en calma sin que nadie lo presione. Pero esta inaudita acción de lobby del Poder Ejecutivo sobre la Corte Suprema no pudo ocultar las marcas de los golpes con que lo persuadieron de prestar esa declaración ante la cámara. La semana pasada, a pesar de la intervención irregular de Bullrich, que no era parte en el expediente, la Corte Suprema confirmó la nulidad. No obstante, la justicia federal se propone realizar un segundo juicio por la misma causa. La defensa de Jones Huala objeta que se trata del mismo objeto y la misma persona, por lo cual no corresponde repetir el juicio.

Yo, el Supremo

El 31 de julio, miembros de comunidades mapuche reclamaron frente al juzgado federal de Bariloche por la detención arbitraria de Facundo Jones Huala y fueron reprimidos por la Gendarmería Nacional y el Grupo Especial de Asalto Táctico de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, con balas de goma disparadas al cuerpo. Nueve personas fueron detenidas y muchas resultaron heridas. Al día siguiente, Noceti convocó en Esquel a todas las fuerzas federales y provinciales de Río Negro y Chubut para “empezar a tomar intervención y detener a todos y cada uno de los miembros del RAM que produzcan delitos en la vía pública y en flagrancia”, según sus propias palabras. En una entrevista con la radio FM Sol, dijo que la mesa interministerial atendería cualquier petitorio de las comunidades mapuche, que son pacíficas, salvo del RAM, que “no piden absolutamente nada y sólo quieren generar caos y temor en la población”. Eso no es cierto. Los manifestantes reclamaban la libertad de Facundo Jones Huala, detenido en forma arbitraria, por un pedido de extradición que ya había sido declarado nulo. “Con el RAM no tenemos nada que dialogar. Lo único que vamos a hacer es judicializarlos, van a quedar todos presos”, insistió Noceti. Agregó que la detención de Jones Huala fue “una casualidad total, porque no es que fuimos a allanar un lugar y lo detuvimos. Lo detuvimos en la ruta”. No es así: 
  • el martes 27 de junio, Macrì llegó al Palacio de la Moneda a las 12.10. Allí mantuvo una reunión privada con Bachelet y a las 15.10 ambos hablaron con la prensa durante diez minutos. 
  • Según la crónica del matutino argentino Clarín, el Secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Claudio Avruj conversó con su par chilena, Lorena Fries “sobre la situación del mapuche argentino Jones Huala”. 
  • a las 19, a menos de cuatro horas del saludo de despedida de ambos presidentes, Facundo fue detenido por la Gendarmería en la ruta 40 y encerrado en la cárcel federal de Bariloche. Es obvio que lo estaban siguiendo, pese a que no había orden de captura en su contra, tal como ocurrió en su detención anterior. El responsable de esa inteligencia ilegal, que alcanza incluso a Pérez Esquivel es Noceti.
“Yo estuve personalmente en el lugar. El problema no lo tenemos con los mapuche, lo tenemos con el RAM. Es un grupo absolutamente radicalizado que no pide nada. Lo único que hacen es quemar, incendiar, dañar, robar ganado. No les conozco trabajo a ninguno de ellos. Ninguno de los jueces o los fiscales conoce el trabajo de la gente que hasta ahora se ha detenido. No sé de qué viven. Evidentemente hay quienes los apoyan, que los financian. Estamos también investigando esas cuestiones, porque están financiando a un grupo radicalizado. Conformar ese grupo constituye el delito del artículo 213 bis del Código Penal”, alardeó Noceti. “Que sepan que los estamos investigando. A algunos componentes del RAM los conocemos, muchos de los que se están manifestando en la puerta de los juzgados son los restos del RAM. Los vamos a ir identificando porque los tenemos filmados. Ya tenemos identificados a nueve, los que estuvieron rompiendo y quemando las puertas del juzgado federal de Bariloche. Lo mismo vamos a hacer cuando rompan la puerta de otro juzgado o de la Unidad Penal 14. Los vamos a terminar de identificar a todos y a medida que los vayamos individualizando los vamos a ir deteniendo”, agregó. También dijo que “se han juntado con extremistas kurdos, con alguna gente vinculada al gobierno anterior, hay gente que ha ido a hablar por ellos, como por ejemplo Pérez Esquivel. Hay una franja de gente que están en contacto con ellos y no sabemos si sólo está en contacto o los apoya. No sabemos tampoco quien paga los abogados”.
Según Noceti, cuando los mapuche fueron perseguidos escaparon por la maleza y no pudieron detenerlos. La presentación del CELS ante las Naciones Unidas narra que alrededor de 100 efectivos de la Gendarmería ingresaron de manera irregular y violenta al territorio de la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia, Departamento de Cushamen, provincia de Chubut. Dispararon balas de plomo y de goma y quemaron objetos pertenecientes a las familias. Santiago Maldonado, de 28 años, que reside en El Bolsón, fue visto la última vez mientras huía de esa persecución. Llevaba consigo una mochila pequeña con sus pertenencias y sus documentos, que no se encontró. Cuando cerca de 30 efectivos uniformados de la Gendarmería comenzaron a disparar, varias de las personas presentes en el lugar corrieron hacia el río, a unos 100 metros al este de la comunidad. Algunas lograron cruzarlo y escapar. Varios testigos vieron correr a Santiago para resguardarse de los disparos. No logró cruzar el río y se refugió bajo un árbol. Desde el otro lado del río, quienes pudieron huir vieron a Santiago quedarse agazapado allí entre 20 y 25 minutos, hasta que lo perdieron de vista y pudieron escuchar la voz de dos de los gendarmes que habrían logrado reducir a alguien, exclamando “acá tenemos a uno” y a otro gendarme decir “estás detenido”. Desde la otra orilla del río, una persona que se encontraba en una lomada, pudo ver a un grupo de gendarmes golpeando a un joven varón maniatado. Aunque no logró identificarlo con precisión debido a la distancia, ninguno de los otros miembros de la comunidad fue detenido dentro del territorio.
Posteriormente, alrededor de las 13.30 horas, otro hombre que se encontraba del otro lado del río también pudo observar que entre seis y ocho efectivos formaban una fila para ocultar algo que intentaban ingresar por la puerta trasera de una camioneta de la Gendarmería. Esta camioneta, de color blanco con guardas verdes, había ingresado al territorio indígena en marcha atrás, retirándose luego por la ruta n° 40 en dirección a la ciudad de Esquel”. El CELS se comunicó con dos secretarios de Estado para plantear la situación de Maldonado. El de Seguridad, Eugenio Burzaco, superior formal de Noceti, respondió que iba a averiguar lo sucedido. El de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Claudio Avruj, respondió que se pondría al tanto y contestaría. Luego de un día y medio contestó con un extenso informe que detalla los pasos formales dados a solicitud del Juzgado Federal de Esquel, pero presenta la primera desaparición forzada del gobierno actual como una mera “Búsqueda de Persona Extraviada”. Afirma que ninguna empresa telefónica registra una línea a nombre de Maldonado. Pero hace tres días el CELS aportó al juzgado federal los datos sobre esa línea, obtenidos de un amigo de la víctima, que incluyen el número, que pertenece a una empresa chilena pero que Santiago usaba en la Argentina, y que estuvo activa hasta el día siguiente de su desaparición. Según Avruj la fuerza designada para el Levantamiento de Rastros “fue la Policía Federal Argentina, cuyo equipo se trasladará a la brevedad (sic) a la zona”. También ofreció la colaboración de perros policiales, drones y georadares. La Dirección de Cinotecnia “se encuentra arbitrando los medios necesarios a fin de cumplimentar la medida”. Tal como ocurrió cuando la desaparición forzada de Jorge Julio López, los pasos oficiales ponen en duda en forma tácita el carácter del hecho: ofreció “consultar con la Comisión Nacional de Regulación del Transporte sobre posibles movimientos”, de Maldonado, como si pudiera haberse alejado por propia voluntad sin avisar a nadie. El colmo es la respuesta sobre “una presunta camioneta blanca interviniente en el hecho denunciado a fin de ponerla a disposición de la Justicia Federal”, cuando los testigos dijeron que era un vehículo de la Gendarmería.
Por Horacio Verbitsky 
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Argentina, el paraíso financiero donde es más rentable prestar al Estado que invertir

De cada cinco dólares extranjeros que entran, cuatro van al sector financiero y uno al productivo

Mauricio Macri en Rosario, el 20 de junio.
Mauricio Macri en Rosario, el 20 de junio. PRESIDENCIA ARGENTINA
Al asumir la Presidencia, Mauricio Macri derribó los muros cambiarios -y algunos de los económicos- levantados durante el kirchnerismo alrededor de Argentina y pagó la deuda con los fondos buitre, el precio exigido por los mercados internacionales para volver a conectar el país al grifo del crédito externo. Desde entonces, por las cañerías no han cesado de llegar millones de dólares, hasta inundar el país. Pero pocos de los billetes verdes traídos por los extranjeros van a la economía productiva, esencial para generar nuevos puestos de trabajo y crecimiento, sino que se desvían hacia el gran negocio de prestar dinero al Estado y obtener a cambio rendimientos fabulosos.
Argentina ofreció un interés anual del 7,9% en dólares en su bono a cien años del lunes -frente a tasas de entre el 3% y el 5% en otros países de la región y del 1% en Estados Unidos-, pero la estrella de la era macrista han sido las Letras del Banco Central (Lebac) en pesos, a una tasa anual del 26,25%. Combinadas con un dólar estable, que en algunos momentos del año pasado incluso se depreció frente al peso, permitieron obtener picos de rentabilidad de hasta el 50% en 2016. ¿Cómo? Con lo que los argentinos llaman "bicicleta financiera" y fuera, carry trade: se cambian dólares a pesos para comprar Lebac a 35 días y luego se vuelven a comprar dólares y se reinicia la rueda. Tormentas externas como el Brexit, el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, el último escándalo político de Michel Temer en Brasil y la decisión de Morgan Stanley de mantener a Argentina como un mercado de frontera en vez de ascenderlo a emergente han provocado ligeras turbulencias en la moneda local que han hecho que algunos ciclistas de Wall Street abandonen recientemente la pista, pero otros aún se mantienen en carrera.

De cada cinco billetes verdes que ingresaron los extranjeros a Argentina este año, cuatro fueron a parar al sector financiero y uno al productivo, según los balances cambiarios del Banco Central: 4.000 millones de dólares frente a 1.071 millones de dólares en los primeros cinco meses de 2017. Las altas tasas de interés que paga Argentina para bajar la inflación explican el festín especulativo; la desconfianza de los inversores extranjeros en la estabilidad argentina a largo plazo, justifican la sequía de inversiones productivas. La mezcla hace que muy pocos tomen el riesgo de invertir en la economía real cuando es más fácil y rápido ganar con la burbuja financiera. 
"Aquellos que ingresan al mercado financiero tienen alta liquidez y si las condiciones cambian, pueden salir rápidamente. El mercado real requiere apostar a largo plazo y para muchos inversores internacionales el panorama se mantiene incierto y más con la incertidumbre electoral", dice Federico Semeniuk, gerente de estrategias financieras de la consultora Ecolatina, en referencia a los comicios legislativos del 22 de octubre. "Los países que pagan tasas similares ofrecen un contexto mucho más riesgoso", agrega. Léase Ucrania, Uzbekistán, Mongolia, Uganda e Irán, entre otros.
Argentina cerró 2016 con una recesión del 2,3% (moderada ligeramente en el segundo semestre), pero este 2017 empieza a crecer con timidez: el PIB aumentó un 1,1% en el primer trimestre, el mejor dato desde la llegada de Macri. Es una cifra alentadora pero insuficiente, según Semeniuk, para vencer el recelo empresarial. "Hay muchos anuncios de inversiones, pero muy pocas en ejecución. Cuando uno habla con gerentes de empresas ya instaladas en Argentina pero de capital extranjero, ve que muchos están a la espera de lo que sucede con las elecciones", señala. Los empresarios parecen tener más miedo a un posible triunfo de la oposición que el propio macrismo, que festejó al enterarse de que el peronismo se presentaría dividido en al menos tres frentes.

Parálisis preelectoral

Sea cual sea el resultado electoral, los economistas no esperan hasta entonces grandes cambios de rumbo del Gobierno ni de los inversores. Prevén que el Gobierno continúe endeudándose en los próximos meses a gran velocidad para inyectar dinero a la economía y reactivar el consumo antes de la cita en las urnas. La decisión supone aumentar el déficit público, pero hay consenso en que los partidarios de las tijeras se mantendrán agazapados hasta el día después. Los expertos dudan también que en el corto plazo se acelere por factores internos la devaluación del peso. Por eso, salvo sorpresas, el carry trade se mantendrá vivo en las próximas semanas, aunque puede ser cada vez más los que opten por apostar a instrumentos financieros argentinos en dólares.
"El déficit fiscal hizo que en Argentina sea más negocio financiar al Estado que producir. Si al escaso ahorro interno, que se lo chupa todo el déficit fiscal, le sumás la presión tributaria elevada, el atraso cambiario, el riesgo país elevado, y unas tasas elevadas, al inversor le cuesta superar la tentación de prestar al Gobierno nacional en vez de invertir", destaca Ramiro Castiñeira, economista de la consultora Econométrica. La fiesta financiera la paga el Banco Central. Los tipos de interés desaforados le cuestan millones cada mes, pero los mantiene altos para frenar el mal endémico del país, la inflación, que el año pasado llegó al 40% y este año caerá a casi la mitad, según estimaciones privadas.
Federico Furiase, economista del Estudio Bein, subraya que "siempre pasa en economía que los dólares van al sector financiero y luego a la economía real, para la que esperan más señales positivas y que el Gobierno se consolide en las elecciones de medio término". La normalidad del fenómeno destacada por Furiase contrasta con las expectativas que el macrismo generó en la población, al anunciar una lluvia de inversiones productivas para el segundo semestre, que después postergó para el tercero y que ahora parecen atadas al resultado electoral. Si el frente gubernamental Cambiemos sufre un revés en las legislativas "la confianza podría debilitarse y afectar de manera adversa la economía", expuso el Gobierno en el prospecto dirigido a los inversores que suscribieron el bono a cien años, según publicó ClarínEn su regreso a la primera línea política, el martes, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzó su propia advertencia: "Lo que necesitamos es ponerle un límite en las próximas elecciones, ponerle un freno a este gobierno y al ajuste". El electorado decidirá qué dirección prefiere.
Nota del diario: "El País" de España


Jones Huala: el líder mapuche que descoloca a Argentina y Chile

"Soy un símbolo de la lucha de mi pueblo", dice desde la cárcel. Argentina y Chile lo califican de terrorista. Es el jefe del grupo que ha ocupado las tierras de Benetton

El lider mapuche Facundo Jones Huala habla con la prensa local.
El lider mapuche Facundo Jones Huala habla con la prensa local. DIARIO JORNADA
Argentina y Chile lo califican de terrorista, y desde hace más de un mes está en la cárcel de Esquel, a 1.800 kilómetros de Buenos Aires, a la espera de una posible extradición, pero ninguno de los dos países parece capaz de controlar a Facundo Jones Huala, el líder mapuche que ha logrado llamar la atención internacional con su ocupación de las tierras de Benetton en la Patagonia, donde la empresa italiana tiene casi un millón de hectáreas. Él se defiende desde la cárcel en una conversación con EL PAÍS, y rechaza las acusaciones de terrorista.

BUSCAN A UN HOMBRE

Jones Huala: el líder mapuche que descoloca a Argentina y Chile
La comunidad mapuche de Cushamen denunció la desaparición de Santiago Maldonado, un bonaerense de 27 años que estaba viviendo en El Bolsón y se acercó por solidaridad con los pueblos originarios.
La última vez que se lo vio, era detenido por efectivos de Gendarmería Nacional. “La única explicación que tengo es de parte de la comunidad, pero me gustaría que el Gobierno nos dé su versión sobre lo que pasó con la Gendarmería. Ya presentamos recursos de amparo y pedimos la búsqueda de personas”, agregó su hermano, Germán Maldonado.
Los seguidores de Jones Huala, que no cesan en sus protestas para pedir su excarcelación, han protagonizado numerosas manifestaciones en esta zona del país que terminaron en represión por parte de las fuerzas policiales argentinas, con heridos y detenidos. La última, el pasado lunes en Bariloche, donde resultaron heridos una hermana y dos primos del detenido y fueron aprehendidas nueve personas. En Buenos Aires, una veintena de encapuchados destrozaron la casa de la Provincia de Chubut y antes de irse dejaron panfletos firmados por la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM).
Chile entiende que el lonco (como se llama a los jefes mapuches) es el principal responsable del incendio de un latifundio en enero de 2013, y pide su extradición para enjuiciarlo como terrorista, una pena por la que puede ser condenado a 18 años de prisión. La Corte Suprema argentina niega la entrega del imputado, pero la justicia ordinaria le inició otro juicio por la misma causa.
El pasado 27 de junio, los presidentes Mauricio Macri y Michelle Bachelet mantuvieron un nuevo encuentro diplomático en Chile, en el que celebraron haber “dado un nuevo impulso entre los dos países en los afectos y en la integración”. En simultáneo, en un control en la provincia de Rio Negro, la Gendarmería argentina detenía al lonco mapuche Facundo Jones Huala, sobre quien pesaba un pedido de captura internacional. Se le imputa la autoría del incendio ocurrido en el latifundio Pisu Pisué, en la región chilena de Los Ríos, en 2013, además de la tenencia ilegal de armas de fabricación artesanal y la infracción a la Ley de Extranjería.
“Estoy preso por ser un militante y un símbolo de la resistencia de mi pueblo, por haber expresado lo que piensan miles de mapuches y de otras comunidades”, afirma a EL PAÍS desde la Unidad Penitenciara 14 de Esquel, donde está detenido. Ha iniciado una huelga de hambre de seis días, por la que ya perdió más de dos kilos. “Estamos cansados de la opresión, el despojo de sacarnos las tierras y que nos maten y nos detengan cuando quieren. Mi grito de resistencia generó cierta esperanza en la gente que se empezó a movilizar para recuperar sus tierras”, insiste.
Jones Huala lidera el grupo que ha ocupado una pequeña parte de las tierras de Benetton. La policías ha intentado sacarlos de allí varias veces, en ocasiones de forma violenta, pero hasta ahora no lo ha logrado. Esta semana, los compañeros de Huala denunciaron que la Gendarmería entró a los tiros a la comunidad y desató otra fuerte represión. Todavía permanece desaparecida una persona. “Me dijeron que hay una orden de reprimir cualquier manifestación mapuche. Están militarizando Bariloche, Esquel y El Bolsón y yo estoy siendo sometido a un doble proceso cuando nadie puede ser enjuiciado dos veces por la misma causa”, protesta Huala.
Una protesta mapuche en el centro de la ciudad de Bariloche.ampliar foto
Una protesta mapuche en el centro de la ciudad de Bariloche. TÉLAM
Es la segunda vez que el lonco es alojado en esa cárcel. El año pasado también estuvo allí, a la espera de que el juez federal de Esquel decidiera si su caso merecía o no la extradición. La justicia finalmente le dio la razón, por eso es que su defensora, Elizabeth Gómez Alcorta, denuncia “una doble persecución simultánea” ante esta nueva detención. “La extradición fue tratada en un primer juicio y Otranto declaró nulo el procedimiento. La fiscal Avila apeló ante la Corte Suprema pero este jueves avalaron la decisión del juez. El pasado 27 de julio se le inicia un nuevo procedimiento requiriendo lo mismo al juez federal de Bariloche, por los mismos hechos y en el mismo país”, amplió. Para la abogada, la decisión del máximo tribunal abre dos posibilidades: “Por un lado nos dan la razón y por el otro, habilitan la discusión de si se puede o no juzgar otra vez a Facundo”.
El lonco en una audiencia.
El lonco en una audiencia. DIARIO JORNADA
Un vocero del gobierno de Chubut, la provincia en la que está detenido Jones Huala, asegura a este diario que el propio gobernador, Mario Das Neves, que siempre ha calificado de terroristas a este grupo mapuche, se comunicó el martes con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, para pedirle que envíe más policías a la zona y argumentó que Jones Huala no es un indígena más y “forma parte de otra cosa, con una metodología de violencia que de ninguna manera aceptamos y esta desatada contra ciudadanos indefensos. La otra vez apedrearon y amenazaron a una señora, también le quemaron la estancia a un hombre, toda gente que no es enemiga de ellos sino gente común y corriente que está trabajando”.
“Yo ya fui enjuiciado el año pasado por esto”, insiste el lonco, “El Estado argentino me quiere mandar a Chile y la solución de ese país al conflicto mapuche es la cárcel o la muerte. Este año ya hubo dos muertos en Chile por conflicto de tierras y aquí, una de las secretarias del juez me dijo que usaba mi caso para dar clases en la facultad. Juegan con mi libertad”. “Hemos planteado un diálogo de altura tanto con Argentina como con Chile, pero no han bajado a dialogar porque defienden los intereses de las grandes empresas y los mapuches somos una molestia para ellos”, afirma el detenido.
Isabel Huala, la madre del lonco mapuche detenido.ampliar foto
Isabel Huala, la madre del lonco mapuche detenido. TÉLAM
Jones Huala nació en Bariloche hace 31 años y tiene un niño. De ese lugar es su madre y el resto de su familia, la mayoría desalojados en 1930, pero su padre es de Cushamen (unos 200 kilómetros al sur), donde están las tierras de Benettonocupadas. “Por cuestiones de linaje, me toca volver a la tierra de mi padre para ser lonco de mi gente, que es algo que no se elige”.
El conflicto por las tierras con los Pueblos Originarios es incluso más antiguo que Argentina. Jones Huala no salva a ningún Gobierno. “Con el kirchnerismo fuimos reprimidos y nos hicieron inteligencia, pero con el macrismo eso se multiplicó por tres. Mi prisión es ilegal, considero que estoy secuestrado por el Estado. Por eso llamamos a la solidaridad internacional y así como muchos salen a condenar el régimen de Maduro, aquí, los Pueblos Originarios necesitamos que hagan lo mismo con la represión brutal que hay contra las organizaciones sociales y el pueblo mapuche”, finaliza Huala. Fuentes de la Presidencia y la Cancillería argentina confiaron a este diario que están a la espera de lo que decida la Justicia para tomar cartas en el asunto.
Nota del : Diario "El País" de España
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