sábado, 27 de noviembre de 2010

DOCUMENTAL "CUBA, UNA ODISEA AFRICANA": UN ENFOQUE DE LA REALIDAD

DOCUMENTAL "CUBA, UNA ODISEA AFRICANA": UN ENFOQUE DE LA REALIDAD



por Michel Porcheron


Había que ser una "conocedora talentosa de los códigos geopolíticos", como escribe Marie Cailletet en la edición de Télérama correspondiente al 29 de septiembre de 2007, para poder presentar los más de 25 años de presencia activa de Cuba en África (de 1965 a 1991).

En un documental inédito de dos horas, realizado en Francia durante el año 2006, la realizadora franco-egipcia Jihan el-Tahri ofrece la primera síntesis de Cuba, une odyssé africaine (Cuba, una odisea africana), título establecido por la cadena de televisión Arte (coproductora del documental, junto a la BBC). De manera justa y minuciosa, Jihan el-Tahri relata y analiza el por qué y el cómo de la ayuda prestada a África por Cuba (450 000 hombres durante todo el período), país que, del Congo, en 1965 (con Ernesto Che Guevara), a Angola, pasando por la ex Guinea Bissau portuguesa,"exportará su experiencia revolucionaria", según escribe en el diario francés Libération (edición del 3 octubre de 2007) el periodista Gerard Thomas, una experiencia que Cuba pone al servicio de los movimientos de liberación nacional.

Una versión de 190 mn de "Cuba, une odysée africaine", salió al mercado en formato DVD. Esta versión es la que se presentó en Cuba a través de tres canales de televisión -Cubavisión, Cubavisión Internacional y el Canal Educativo- en ocasión del 20 aniversario de la victoria de Cuito Cuanavale (Angola) sobre las tropas mercenarias de Sudáfrica. Jorge Risquet, uno de los principales protagonistas cubanos, participó en la presentación del documental a través de la TV cubana.

En realidad fueron cuatro los adversarios que se enfrentaron en África en aquel entonces y cuyos intereses, bien definidos, los llevaron a entrar en conflicto. Estados Unidos esperaba apoderarse de las riquezas naturales de África, las antiguas metrópolis coloniales veían tambalearse su poderío colonial, los soviéticos trataban de extender su propia influencia a aquella región del mundo y las jóvenes naciones defendían la independencia que acaban de lograr. Jóvenes revolucionarios como Patrice Lumumba, Amilcar Cabral y Agostinho Neto acudieron entonces a los combatientes cubanos en busca de ayuda para su lucha. Y la Cuba de Fidel Castro comenzó entonces a desempeñar un papel protagónico en la nueva estrategia ofensiva de las naciones del Tercer Mundo frente al colonialismo de los imperios, ya fueran estos últimos viejos o nuevos.

Para contar la historia del compromiso anticolonialista de Cuba, historia presentada como "poco conocida" o "ignorada", Jihan el-Tahri da la palabra a sus principales protagonistas -empezando por el propio Fidel Castro-, prioriza los testimonios de todas las partes, muestra imágenes de archivo inéditas, aporta aclaraciones de tipo pedagógico y lo hace sin caer nunca en el lirismo enfático o en la apología. Deja simplemente que los hechos hablen por sí mismos.

Esta sobriedad, esta actitud reservada de la realizadora -que no busca demostrar sino mostrar hechos irrefutables- y la extraordinaria construcción de este documental son sin dudas lo que ha dado lugar a comentarios como el del periódico francés Le Figaro ("notable documental") y el del semanario Télérama ("film resultado de una investigación magistral"). Ignacio Ramonet, director de Le Monde diplomatique, lo catalogó por su parte como un documento "importante" y subraya que "por primera vez, no se difama a Cuba desde una gran cadena francesa y -más raro aún- hasta se le hace justicia".

En su edición de octubre de 1997, Le Monde diplomatique señalaba: "Se podría resumir, el documental, en una pregunta: ¿Por qué Nelson Mandela reservó a Cuba su primera visita al exterior después de su liberación? Desde la epopeya de Ernesto Che Guevara en el Congo hasta el triunfo de las tropas cubanas en Cuito Cuanavale, en Angola, contra el ejército sudafricano del apartheid, todo lo que aquí vemos es todo un pedazo de historia injustamente ignorado. Apasionante".

Según el diario L'Humanité (edición del 3 de octubre), Jihan el-Thari "se sumerge con numerosos testimonios e imágenes inéditas de archivo en un episodio desconocido de la guerra fría: el de la presencia cubana en África, de 1961 a 1991, al lado de las jóvenes naciones africanas que defienden su propia independencia contra las potencias coloniales y a favor de la voluntad de esas mismas naciones africanas, de no alinearse ni del lado de Estados Unidos ni del de la URSS. En nombre del "internacionalismo". Por su parte, el diario regional Sud-Ouest señala en su edición del 2 de octubre que se trata de un "apasionante documental".

La realizadora Jihan el-Tahri no sólo reconoce el papel histórico de Cuba en África sino que ofrece de paso dos consideraciones esenciales que cerrarán el paso, en lo adelante, a interpretaciones simplistas de la historia y a repetidos "olvidos" que hasta ahora servían de fundamente a explicaciones ramplonas.

¿Qué dice, qué "revela" el documental L'odyssée africaine cubana?.Que, contrariamente a lo que afirman los análisis que hasta ahora prevalecieron, Cuba no fue el mercenario de Moscú en África.

Marie Cailletet habla de "la autonomización progresiva de Cuba con respecto al gran hermano soviético". El diario Le Monde estima, en un artículo frío, que "Fidel Castro desarrolla su propia política, tomando iniciativas en las que no siempre consulta a Moscú". "Durante el verano de 1975, bajo las narices de las dos superpotencias, sin tan siquiera poner al tanto de antemano a Moscú, Fidel Castro envía 35 000 hombres a Angola, en apoyo a las tropas del MPLA ", de Agostinho Neto, señala el semanario Le Nouvel Observateur. El documental aporta las pruebas de que la masiva presencia militar cubana en Angola, la naciente república cuya reciente independencia se veía mucho más que amenazada por la Sudáfrica del apartheid y por Estados Unidos, fue resultado de una acción (designada con el nombre de Operación Carlota y tema de un importante artículo de Gabriel García Márquez) de carácter completamente soberano y enteramente desinteresada, a pesar de la riqueza en recursos naturales de la ex colonia portuguesa. Cuba no pidió absolutamente nada a cambio de su ayuda.

Hoy se sabe, a pesar de lo que afirman los que no lo sabían o no querían saberlo, que Cuba puso -cortésmente- a la URSS ante el hecho consumado, al informarle, mediante un mensaje especial, del inicio de su iniciativa en Angola. Moscú no teledirigió absolutamente nada. Simplemente tuvo que subirse a un tren, que ya estaba en marcha. ¿Lo hizo de mala gana? Es posible.

Por otro lado, sin la ayuda, y sobre todo, sin el apoyo de Cuba al African National Congress (ANC) sudafricano y a la SWAPO de Sam Nujoma, ¿qué hubiese sido del África Austral, de Angola a Namibia, pasando por la propia Sudáfrica? En su primer viaje al extranjero -en julio de 1991-, el líder sudafricano Nelson Mandela, que acaba de pasar 27 años en las prisiones del régimen del apartheid, llega a La Habana. "El caluroso abrazo del Nelson Mandela a Fidel Castro es un homenaje a la lucha cubana de 30 años junto a los movimientos de liberación africanos", señala Télérama, y por haber "contribuido a la abolición definitiva del apartheid", afirma Le Figaro.

"Cuba parece la prueba viviente de que David puede vencer a Goliat", escribe Alain Gomis en su comentario.

En efecto, la ayuda cubana no fue solamente de carácter político o estratégico. Fue también de orden material y militar. Dos mil cubanos, a los que Cuba rindió homenaje -de forma oficial y popular- luego del regreso de sus combatientes de África, ofrendaron sus vidas en aquel continente.

El documental de la realizadora franco-egipcia debe también su fuerza al hecho de que muestra, durante la época de la llamada "guerra fría", una parte del continente africano, nuevo escenario del enfrentamiento entre Washington y Moscú, que sigue siendo al mismo tiempo objeto de la codicia de las antiguas potencias coloniales, y en el que aparecen movimientos nacionales rivales con poca preparación para la acción insurreccional.

"Virtuosa en el arte de desatar las lenguas de los protagonistas de primera línea, la realizadora teje, alrededor de los testimonios, el relato de lo sucedido entre las bambalinas de la asociación afrocubana. Sabrosas o de escalofriante cinismo, las anécdotas que conforman su documental iluminan la historia con una luz nueva, menos simplificadora", afirma Télérama.

No está de más recordar, entre otras cosas, que el líder nacionalista guineano Amilcar Cabral (1924-1973) fue asesinado por los colonialistas portugueses después de haber logrado organizar la lucha armada contra la ocupación portuguesa, y que la CIA estuvo implicada en la muerte de Patrice Lumumba, en 1961, según el propio Larry Devlin, jefe de la estación de la agencia de espionaje estadounidense en el Congo, quien no niega su participación en el asesinato del patriota congolés. El Congo (ex Zaire) quedó así en manos del siniestro Mobutu, aliado de Washington.

El trabajo de la realizadora Jihan el-Tahri: periodismo integral.

La excelente realizadora Jihan el-Tahri tiene en su haber varios documentales tan claros como profundos: La casa de los Saud, Los males del hambre y África en pedazos, además de Israel y los árabes. Cuba, una odisea africana, documental tema de estas líneas, ya le valió, poco tiempo después de su estreno, en Montreal el premio a la mejor realización y el premio al mejor proyecto, en el Sunny Side of the Doc.

Su arma secreta es su método de trabajo. En primer lugar, la realizadora se basa en una documentación impecable. "Cuando uno se topa con 'los que deciden", hay que llegar con la artillería pesada. No voy a ver a nadie hasta que no domino el tema". En segunda, pero vinculado a lo anterior,"una entrevista no es una calle de un solo sentido". En tercer lugar, hay que comprobar, confrontar, ser fiel a los hechos, relativizar. "No sé quién dijo que la historia es una fábula contada por el vencedor. Entonces, si el ganador fuese el otro, ¿cómo sería la historia?".

En entrevista concedida a la periodista Marie Cailletet, de Télérama, Jihan el-Tahri agrega que tuvo la influencia de un profesor de la universidad americana del Cairo que, "a modo de estímulo para la reflexión durante todo el curso, propone a sus estudiantes una pregunta: ¿Cómo sabe usted que lo que usted sabe es cierto?".

Acostumbrada a múltiples frentes en el Medio Oriente, la guerra del Golfo la obligó a reflexionar sobre el tratamiento que se había dado al conflicto y la limitante que significan los plazos de entrega a la hora del análisis de los hechos. Ella se inclina a favor del distanciamiento en relación con los hechos.

Y finalmente, se unió a un buen número de periodistas que ya habían estado en contacto, en 1995, con el fresco documental Yugoslavia, suicidio de una nación europea, de los británicos Norma Percy y Brian Lepping.

Gracias a su .Odisea africana, Jihan el-Tahri se ha abierto camino, varios caminos. Pero nunca se puede decir que algo está totalmente garantizado y su más reciente trabajo, intitulado Behind the rainbow, ha tenido problemas de distribuidor.

Hubiera sido bueno que, ante hechos claros y patentes, en los momentos mismos en que estaban teniendo lugar, los observadores, analistas o expertos, hubiesen tenido el reflejo de tomar en cuenta una serie de acontecimientos que cambiaron el destino de una parte del planeta, en vez de dejarlos de lado diciendo que quienes los contaban escribían solamente "un cuento de hadas", como escribiera un periodista de un diario vespertino francés.

Lo que hoy se ha dado en llamar "la odisea africana de Cuba" es un excelente ejemplo de esa política de silenciamiento de determinados temas, política generalmente decretada e instrumentada desde alguna oficina.

De ahí que, 50 años después, ante lo que ya se ha hecho evidente, aunque es justo reconocer que "más vale tarde que nunca", los presentadores acudan hoy en día a frases como "se trata de un hecho poco conocido" o "un aspecto desconocido" de la política exterior de Cuba, cuando tienen que referirse a la odisea cubana en África.

La aparición masiva de Internet con los blogs internacionales, los chats y forums, con la transmisión instantánea de la información, ciertamente complican el trabajo de los nostálgicos de la censura de prensa, pero no les impiden seguir realizando una estrecha preselección de la información disponible. Después de todo, en los supermercados de la información cada cual hace sus compras en función de sus propios intereses. Por su parte,"Cuba, una odisea africana" no polemiza, relata.



Fuente: Granma Internacional

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